El ABC del eje intestino-cerebro 🧠
Algo que no todos saben es que el intestino es considerado el órgano inmunitario más importante del ser humano. Esto se debe a que en él habitan la mayor parte de las células inmunocompetentes del organismo. ¡Pero no solo eso! También está demostrado que es el segundo órgano con mayor número de neuronas, razón por la cual se lo denomina como un “segundo cerebro”. Por estos datos es que recibe el nombre de eje intestino-cerebro.
En este sentido, podemos afirmar que la microbiota intestinal tiene influencia en la función cerebral y viceversa, generando una señal bidireccional que se da a través del nervio vago, conectando el tronco encefálico con el intestino.
Esta señal bidireccional se basa en la conexión de redes endocrinas, inmunitarias y neuronales que transportan la información sobre el estado de las funciones de diversos órganos y nuestro estado de salud en general.
Estas conexiones pueden modificar funciones esenciales, como la respuesta endocrina al estrés, la respuesta inmunitaria y las emociones.
El eje intestino-cerebro y su relación con enfermedades y trastornos psicológicos
Es por eso que decimos que la conexión intestino-cerebro tiene una relación directa en el desarrollo de enfermedades como la depresión o la ansiedad, abriendo la puerta a afrontar lo que antes se asociaba a la ciencia psiquiátrica o psicológica desde una perspectiva holística e innovadora.
El rol de la microbiota intestinal 🔍
Es por eso que muchas investigaciones apuntan a estudiar de qué modo la microbiota intestinal nos protege de factores ambientales adversos y se relaciona con nuestros órganos regulando múltiples funciones fisiológicas que son importantes para nuestra salud.
En modo inverso, si la microbiota resulta alterada, puede contribuir al desarrollo de enfermedades metabólicas, mentales y autoinmunes. Es por este motivo que los estudios sobre la microbiota podrían ser clave para encontrar posibles tratamientos a enfermedades neurodegenerativas, metabólicas y psiquiátricas.
Los estudios apuntan a encontrar qué tipo de bacterias pueden servir para reducir los riesgos de estas enfermedades mediante su incorporación en la dieta.
Camino hacia un nuevo paradigma médico científico
Mientras más estudiemos y sepamos los procesos de comunicación entre el intestino y el sistema nervioso central, mejor podremos entender el funcionamiento de nuestro organismo, lo que nos dará nuevas y mejores herramientas para prevenir o tratar enfermedades.