Medicina Biorreguladora
¿Estás buscando potenciar la medicina convencional? Si es así, la medicina biorreguladora puede ser una excelente opción. Se trata de una práctica médica que busca estimular los procesos de autorregulación y curación del cuerpo, en lugar de simplemente tratar los síntomas. A través de la utilización de sustancias naturales y técnicas no invasivas, la medicina biorreguladora se enfoca en la prevención y tratamiento de enfermedades de una manera integral y personalizada.
¿Qué es la medicina biorreguladora?
Este enfoque médico se basa en que el cuerpo humano tiene la capacidad innata para sanarse a sí mismo, y que el objetivo de la medicina debe ser apoyar y fortalecer esta capacidad natural en lugar de simplemente tratar los síntomas de una enfermedad.
En este enfoque médico, se utilizan sustancias naturales biorreguladoras, que ayudan a moderar los procesos biológicos del cuerpo y apoyar su capacidad de autorregulación. Estas son de origen vegetal, mineral, o animal, y se utilizan en formas altamente diluidas y dinamizadas para aumentar su eficacia.
La medicina biorreguladora aborda la enfermedad de una manera holística, teniendo en cuenta no solo los síntomas físicos de la enfermedad, sino también los aspectos emocionales y mentales que pueden estar contribuyendo al problema. Se busca identificar y tratar la causa subyacente de la enfermedad en lugar de simplemente tratar los síntomas.
La importancia de la microbiota
En la medicina biorreguladora, se presta mucha atención a la microbiota - tanto intestinal, como oral y vaginal - es decir, la comunidad de microorganismos que habitan en nuestro intestino, piel y genitales. Se ha descubierto que la microbiota juega un papel importante en nuestra salud, incluyendo la digestión, la función inmunológica y la regulación hormonal.
El uso de probióticos, que son microorganismos vivos que se añaden a nuestra dieta para mejorar la salud de nuestra microbiota y nuestro Sistema Nervioso Entérico, es una estrategia importante en la medicina biorreguladora. Los probióticos pueden mejorar la digestión y la absorción de nutrientes, reducir la inflamación y mejorar la función inmunológica.
Desde esta perspectiva, se trata una amplia variedad de condiciones de salud, desde enfermedades crónicas hasta enfermedades agudas y lesiones deportivas. Es un enfoque médico integrativo que se puede utilizar en combinación con otras terapias y tratamientos convencionales.
Este encuadre holístico es especialmente importante en una época en la que muchos tratamientos médicos convencionales se enfocan en tratar síntomas específicos con medicamentos que pueden tener efectos secundarios negativos. La medicina biorreguladora aborda la salud de manera integral, teniendo en cuenta los factores biológicos, psicológicos y sociales que afectan el bienestar de una persona.
Además, tiene en cuenta el principio de individualidad biológica, es decir, que cada persona es única y requiere un tratamiento personalizado que tenga en cuenta su estado de salud específico, su historial médico y su estilo de vida.
¿Cómo tratarse con Medicina Biorreguladora?
¿Estás considerando tratarte desde este enfoque? Te dejamos algunos consejos que podrían ser útiles:
Buscá un médico especializado en medicina biorreguladora: es importante encontrar un profesional de la salud que esté capacitado y tenga experiencia para que te proporcione un tratamiento adecuado y seguro.
Comunicá tus necesidades y preocupaciones: asegurate de comunicarte con el médico para que pueda personalizar el tratamiento según tus necesidades individuales.
Sé paciente: la medicina biorreguladora puede tomar tiempo para mostrar resultados, seguí las recomendaciones del médico. No esperes resultados rápidos y milagrosos.
Adoptá un enfoque holístico: La medicina biorreguladora se enfoca en la salud integral de una persona, así que es importante adoptar un enfoque de este tipo para el tratamiento. Esto puede incluir cambios en la dieta, estilo de vida y prácticas de relajación.
Seguí el tratamiento correctamente: cumplí las recomendaciones de tratamiento del médico de manera adecuada. Esto puede incluir tomar suplementos y medicamentos según lo prescrito, seguir un régimen de ejercicios y dieta, y asistir a las consultas de seguimiento.
Mantené una comunicación abierta con tu médico: comunicale cualquier cambio en tus síntomas o cualquier efecto secundario que experimentes durante el tratamiento con tu médico para que pueda hacer los ajustes necesarios.
Recordá, la medicina biorreguladora no es una cura milagrosa, pero puede ayudar a mejorar la salud integral y el bienestar. Siempre consultá con un médico capacitado y experimentado tanto en esta rama de la medicina como en nutrición funcional integrativa antes de considerar cualquier tratamiento.