En primer lugar, la cantidad de xenobióticos en el medio ambiente, como microplásticos y residuos farmacéuticos, aumenta sin parar. Al igual que alimentos envasados plásticos y el consumo de alcohol en la población. Por su parte, las personas mayores comienzan a tener necesidades especiales ya que necesitan detoxificarse y drenar.
También se utilizan cada vez más sustancias como plaguicidas y sustancias psicotrópicas. Otro aspecto actual a tener en cuenta, son las epidemias y pandemias.
Concepto del exposoma en la BrSM
Descrito por primera vez en 2005, el concepto de exposoma es la suma de las influencias ambientales en las respuestas biológicas asociadas durante toda la vida. Incluidas las exposiciones al entorno, la dieta, la conducta y los procesos endógenos. Estos modelos refuerzan la idea de la transición de la biografía a la biología.
El rol de los xenobióticos
Un xenobiótico es un compuesto químico extraño o endógeno, inusualmente presente dentro de un organismo o que se encuentra en el ambiente en una concentración superior a los límites permitidos (dioxinas, bifenilos, plaguicidas, hidrocarburos, fármacos, carcinógenos, etc). Muchos de estos xenobióticos se han generalizado, pudiendo encontrarlos en todas partes y pudiendo almacenarse en el tejido adiposo. Éstos intervienen en el desarrollo y el mantenimiento de diversas enfermedades.
Recientemente se ha descubierto que cada vez aumenta más la cantidad de xenobióticos en el medio ambiente, como por ejemplo los microplásticos. Estos se incorporan al organismo por ingestión, inhalación y a través de la piel, ocultos en alimentos, medicamentos, productos de cuidado personal, etc. Las bacterias ingieren estos microplásticos y luego los liberan en nuestro organismo, a través de partículas de polvo y partículas bacterianas, generando toxicidad por microplásticos, estrés oxidativo e inflamación, que puede conducir a enfermedades crónicas como el cáncer.
Por esto resulta importante el apoyo a la detoxificación y el drenaje celular.
Los efectos sobre la salud aún no están claros, pero se sabe que son disruptores endócrinos, lo que explica la reducción de la fertilidad, entre otros problemas.
Xenobióticos endógenos
Son internos y forman un pequeño subgrupo de tóxicos propios del metabolismo normal que pueden ser orgánicos o inorgánicos. La histamina, por ejemplo, podría ser un xenobiótico cuando se acumula en el organismo. Otro efecto es que son inmunotóxicos, nefrotóxicos y neurotóxicos, también pueden ser perjudiciales para los órganos de detoxificación y drenaje, por lo que necesitaremos una ayuda especial para estos órganos.
Muchas enfermedades no infecciosas son cruzadas por estos xenobióticos, principalmente cáncer, enfermedades cardiovasculares, renales, pulmonares y respiratorias.
Destino de los xenobióticos en el organismo
Existen varias capas a observar para entender los órganos y tejidos que intervienen en la acumulación, biotransformación y excreción de xenobióticos.
En primer lugar, la recolección de toxinas en el organismo a través del intestino con la comida y a través del revestimiento epitelial.
Luego, el hígado metaboliza y biotransforma muchas de estas toxinas, liberándolas en la bilis y luego en el torrente sanguíneo. Muchas de estas toxinas vuelven a parar al hígado. La mayoría de los xenobióticos metabolizados se secretan en las heces. Pero también tenemos tóxicos inhalados que pueden ser procesados por el pulmón y exhalados, junto con los transdérmicos, como los plaguicidas orgánicos persistentes que atraviesan la piel al ser pulverizados, por ejemplo en cultivos.
La sangre y la linfa forman una barrera importante para excretar los xenobióticos por el riñón, la orina, las mucosas, etc. Pero también por exhalación a través del pulmón. Tejidos como el hueso y los tejidos blandos también participan en el almacenamiento de toxinas durante muchos años. especialmente ciertos metales pesados.
Función esencial del hígado
El hígado es el órgano de biotransformación más importante del cuerpo. El papel más importante es generar xenobióticos lipo o hidrosolubles para poder ser excretados por los riñones. La mayoría de los xenobióticos reabsorbidos, se transportan al hígado, por lo tanto, hay un primer punto de entrada en el organismo. Esto también hace que el hígado sea muy vulnerable al efecto de los tóxicos sobre el propio tejido hepático. A menudo se forman intermediarios tóxicos en el tejido hepático, como las bebidas alcohólicas y sus metabolitos. Cuando hacemos un programa de detoxificación y drenaje, no solo hay que ayudar al hígado, sino también protegerlo. La biotransformación se produce naturalmente en el hígado, si se conjugan muchos xenobióticos en el hígado, el paciente corre el riesgo de sufrir déficit de glutatión.
Excreción a través del hígado a la bilis y circulación venosa
La bilis es muy importante en la excreción y hace que los xenobióticos sean propensos a ser excretados. Los metales pesados también se excretan por bilis y riñón. La barrera epitelial, es el primer punto de entrada de los xenobióticos, pero también entran por la piel. Los pacientes con síndrome de intestino irritable, absorben más xenobióticos que otros pacientes. A su vez, los xenobióticos pueden alterar el revestimiento intestinal.
En este sentido, la microbiota cobra mucha importancia, ya que las bacterias pueden metabolizar fármacos y xenobióticos, haciéndolos menos nocivos e impidiendo que se absorban.
El rol del riñón
Este órgano puede detoxificarse y biotransformar ciertos fármacos, excretando metales pesados y toxinas. Pero también corre riesgo de acumulación, pudiendo aumentar el daño renal. Por esto, el riñón necesita apoyo y protección frente a los xenobióticos.
Acumulación
Si el riñón, los pulmones y la piel no eliminan las toxinas, se produce la acumulación, por ejemplo en los huesos. El tejido adiposo blanco es esencial para la acumulación, la mayoría de los xenobióticos son lipófilos, lo que significa que son liposolubles, y hay dos órganos vulnerables, el tejido adiposo blanco, y el cerebro. Los psicofármacos y medicamentos para depresión y ansiedad, tienen efecto central y periférico, provocando aumento del tejido adiposo. Los xenobióticos y plaguicidas, son la verdadera causa del síndrome metabólico, pudiendo causar procesos que provoquen enfermedades crónicas.
Estas son solo algunas de las causas por las cuales resulta de vital importancia para el normal funcionamiento de nuestro organismo, una correcta detoxificación. Ya que en última instancia, esto ayudará a nuestro cuerpo a poder afrontar las agresiones externas generando la menor cantidad posible de daños colaterales.