El Síndrome de Colon Irritable (o SCI) es una condición crónica que afecta al sistema digestivo. Suele ser más común en mujeres que en hombres y, generalmente, empieza en la adultez temprana. Igualmente puede suceder a cualquier edad. Algo muy importante: ¡el 50% de quienes sufren de SCI no lo saben!
Los síntomas principales son: dolor o calambres estomacales que pueden aliviarse luego de ir al baño; inflamación; diarrea o constipación, a veces alternando entre ambas. Estos síntomas pueden mejorar algunos días, y empeorar otros.
¿Cuál es la causa de estos síntomas?🔬
El SCI afecta al sistema digestivo y más específicamente al intestino grueso o colon. Primero, veamos cómo funciona el sistema digestivo:
Cuando comemos, los alimentos pasan por el tracto digestivo, incluyendo el estómago y el intestino delgado, antes de llegar al intestino grueso. Durante este trayecto, los alimentos se descomponen y son absorbidos por el cuerpo. Para que la comida siga moviéndose por nuestro cuerpo, las paredes del intestino se contraen a ritmo, empujando lentamente lo que hay en su interior.
En el Síndrome de Colon Irritable, las paredes intestinales se vuelven más sensibles y excitables. Las contracciones a veces suceden muy rápido, provocando diarrea; o muy lento, causando constipación.
No se sabe exactamente cuál es la causa del Síndrome de Colon Irritable, pero un número de posibles desencadenantes han sido identificados, incluyendo estrés y emociones, infecciones como la gastroenteritis, disbiosis y ciertas medicaciones.
Los profesionales de la salud pueden diagnosticar el SCI basándose en los síntomas y descartando otras enfermedades intestinales mediante análisis de sangre y de heces. Estas otras condiciones gastrointestinales incluyen la enfermedad inflamatoria intestinal, celiaquía y cáncer de colon.
Si experimentás otros síntomas como pérdida de peso, fiebre, y sangre al defecar, es muy importante consultar con un profesional de la salud para descartar estas patologías.
¿Cómo se trata el Síndrome de Colon Irritable?👩🏽⚕
No hay un tratamiento específico indicado para todos los pacientes. Sin embargo,hay muchas cosas que se pueden implementar para calmar los síntomas: buscar formas de relajarse, reducir el estrés y hacer ejercicio regularmente. Mantener un registro de síntomas y comidas, puede ayudar a determinar qué alimentos o actividades aumentan los síntomas y, de esta forma, tratar de evitarlos.
Algunos grupos de alimentos, conocidos como FODMAP por sus siglas en inglés (oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables), suelen provocar síntomas de SCI. Estos son tipos de carbohidratos de cadena corta -- azúcares, almidones y fibra -- que se encuentran en una variedad de alimentos que se absorben mal en el intestino delgado y absorben agua y fermentan en el colon. Por esto, una dieta baja en FODMAP puede ayudar, igualmente conviene consultarlo con un profesional de la salud, preferentemente especializado en Medicina Biorreguladora y/o Nutrición Funcional Integradora, antes de hacer un cambio en tu dieta.
Una amplia variedad de medicamentos de venta libre pueden ayudar con los síntomas, incluyendo antiespasmódicos, laxantes y antidiarreicos.
Si estos métodos no ayudan, los médicos pueden sugerir otras opciones como antidepresivos o psicoterapia, especialmente si el estrés y la ansiedad son un factor presente.
Microbiota y SCI🧫
La microbiota y el Sistema Nervioso Entérico modifican la sensibilidad y los movimientos intestinales. Un ejemplo de este hecho es que la administración de antibióticos reduce la microbiota y aumenta los movimientos intestinales, mientras que la administración de Lactobacillus plantarum CECT 7485 y Pediococcus acidilactici CECT7483, presentes en DailyLact IBS, los disminuye.
Por otro lado, la microbiota también tiene efecto sobre las defensas ya que puede alterar la permeabilidad intestinal y la función de barrera de la pared intestinal.
Los probióticos son microorganismos con efectos beneficiosos sobre la salud del individuo, mientras que los prebióticos son sustancias químicas que favorecen el desarrollo de estos organismos.
La administración de suplementos probióticos equilibra la microbiota, incrementando el número de microorganismos beneficiosos en detrimento de las bacterias perjudiciales, generando un mayor bienestar digestivo.
Los probióticos también tienen cierto efecto sobre el sistema nervioso central, mejorando la calidad de vida del paciente.
Aprovechando los efectos específicos de cada especie bacteriana, Biohelper desarrolló DailyLact IBS, el suplemento probiótico que actúa sobre las distintas causas del Síndrome de Colon Irritable, indicado por la Organización Mundial de Gastroenterología, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. Éste mejora la permeabilidad intestinal, corrige la disbiosis y reduce la inflamación, mejorando significativamente el dolor abdominal, las flatulencias y la sensación de distensión abdominal.