Cómo interpretar sus valores y qué hacer para mantenerlos en rango saludable.
¿Por qué hablar de colesterol en septiembre? 🤔
El Mes del Corazón es una invitación a reflexionar sobre los principales factores de riesgo cardiovascular. Uno de los más relevantes es el colesterol, un compuesto graso indispensable para el organismo, pero que en exceso se convierte en un verdadero enemigo silencioso.
Controlar sus niveles no es solo una recomendación médica: es una estrategia preventiva que puede marcar la diferencia en la aparición de enfermedades coronarias, accidentes cerebrovasculares y otras complicaciones vasculares.
Los valores recomendados
La evidencia clínica establece rangos claros para considerar un perfil lipídico saludable:
Colesterol total: menos de 200 mg/dl.
LDL (lipoproteína de baja densidad): menos de 100 mg/dl. Se lo conoce como “colesterol malo” porque tiende a depositarse en las paredes de las arterias.
HDL (lipoproteína de alta densidad): más de 40 mg/dl en hombres y más de 50 mg/dl en mujeres. Es el “colesterol bueno” porque transporta el exceso hacia el hígado para ser eliminado.
Triglicéridos: menos de 150 mg/dl.
Estos valores deben evaluarse en conjunto, ya que el equilibrio entre ellos es lo que realmente determina el riesgo cardiovascular.
El colesterol no siempre es dañino ❤️🩹
Una idea importante de transmitir a los pacientes es que el colesterol cumple funciones vitales: forma parte de las membranas celulares, participa en la síntesis de hormonas y es precursor de la vitamina D. El problema no está en su existencia, sino en su desregulación.
Un exceso de LDL o un déficit de HDL favorece la acumulación de grasa en las arterias, lo que con el tiempo puede derivar en placas de ateroma y aumentar las probabilidades de eventos cardiovasculares.
Factores que alteran los valores
Los niveles de colesterol no dependen solo de la genética. Existen múltiples factores modificables que influyen de manera directa:
▪️ Una dieta rica en grasas saturadas y ultraprocesados.
▪️ El sedentarismo y la falta de ejercicio regular.
▪️ El consumo de tabaco y alcohol.
▪️ El sobrepeso, la diabetes y la hipertensión no controlada.
▪️ El estrés crónico, que altera el metabolismo y favorece la inflamación.
El control periódico mediante análisis de sangre es fundamental, incluso en personas jóvenes y aparentemente sanas, ya que el colesterol elevado suele ser asintomático.
Entonces… ¿Amigo o enemigo?
El colesterol no es un enemigo, sino una sustancia esencial que necesita mantenerse en equilibrio. Conocer los valores recomendados, identificar los factores que los alteran y promover hábitos saludables es la base de la prevención cardiovascular.
En este Mes del Corazón, recordá que en la Tienda Online de Biohelper podés encontrar todo lo necesario para acompañar de forma natural y preventiva la salud de tu corazón y tu bienestar integral.