En un mundo de ruido, el silencio interior se vuelve indispensable.Tantas veces estamos acelerados, con ese ir de acá para allá, hablar fuerte, apurarnos, no parar un minuto de hacer cosas, y con esa sensación de decir: quiero vivir de otra manera, me siento cansado.
Nos ponemos miles de obligaciones diarias, hacemos demasiadas cosas a la vez, ¡llegando incluso a contestar miles de mensajes al mismo tiempo con tal de lograr todos los objetivos de nuestro día!
Bajemos la voz. Bajemos un cambio.
Sabemos que te cuesta, que es difícil encontrarle la vuelta. Intentemos disfrutar cada momento como es. Dediquemos entre cada obligación, cocina, limpieza de la casa, trabajo, un rato para nosotros. Tomate al menos un rato todos los días para darle lugar a ese silencio interior, respirar y conectarte con esa paz que es imprescindible para vivir mejor.
¿Qué mejor día para empezar que hoy? Si lograste hacer ese cambio y vivir al menos un poco en slow-mode te vas a sentir mejor.