La anemia crónica es una condición en la que los niveles de hemoglobina en la sangre son demasiado bajos. Pero existe un factor clave que muchas veces pasa desapercibido: el papel de la microbiota intestinal en la absorción de hierro.
El equilibrio bacteriano en nuestro intestino no solo afecta la digestión, sino que también es fundamental para optimizar la biodisponibilidad de nutrientes esenciales como el hierro.
Absorción del hierro: ¿Cuál es el rol de la microbiota?
El hierro es uno de los minerales esenciales para el funcionamiento de nuestro organismo, en particular para la producción de hemoglobina, que transporta oxígeno en la sangre. Sin embargo, no todo el hierro que ingerimos es absorbido eficientemente. Existen dos tipos de hierro en la dieta: el hierro hemo, presente en alimentos de origen animal, y el hierro no hemo, encontrado en vegetales. La absorción de hierro no hemo es considerablemente más baja, y aquí es donde la microbiota intestinal entra en juego.
La microbiota es clave en la digestión y metabolismo de muchos nutrientes. Un intestino con una microbiota equilibrada favorece la liberación de hierro no hemo de los alimentos, aumentando su biodisponibilidad. Sin embargo, cuando existe disbiosis (desequilibrio en la composición bacteriana), la absorción de este tipo de hierro puede verse afectada negativamente, contribuyendo a la aparición de anemia ferropénica.
El impacto de la dieta occidental en la microbiota y la anemia
La dieta moderna, rica en alimentos procesados, azúcares refinados y baja en fibra, afecta profundamente la composición de la microbiota intestinal. Este tipo de alimentación, común en las sociedades occidentales, puede favorecer la proliferación de bacterias dañinas y reducir las bacterias beneficiosas que apoyan la absorción de hierro.
Incluso en personas con una ingesta adecuada de hierro, la disbiosis inducida por la dieta puede reducir la efectividad de esta absorción, llevando a deficiencias que pueden desencadenar anemia crónica.
Inflamación, microbiota y anemia crónica
La inflamación crónica es otra causa importante de anemia, y la microbiota juega un papel crucial en este proceso. Cuando el intestino está en un estado inflamado, la microbiota intestinal se ve alterada. Esto no solo reduce la capacidad del cuerpo para absorber hierro, sino que también promueve la liberación de citoquinas proinflamatorias, que inhiben la absorción de hierro en el intestino.
Este tipo de inflamación también afecta a los macrófagos, células encargadas de reciclar el hierro en el cuerpo. Cuando los macrófagos no pueden liberar el hierro debido a la inflamación, el cuerpo no recibe el hierro necesario para producir hemoglobina, agravando la anemia crónica.
Incorporar suplementos probióticos puede ayudar a restablecer el equilibrio bacteriano. Alimentos ricos en hierro hemo y no hemo combinados con vitamina C, también favorecen la absorción del hierro no hemo y puede compensar las dificultades causadas por la disbiosis intestinal.
Recordá siempre que todo pasa por la microbiota, aprendé a cuidarla y vas a estar aprendiendo a cuidar tu salud de manera integral.