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Medicina

¿Cómo afectan los metales pesados a tu microbiota?

¿Sabías que los metales pesados pueden afectar tu salud de manera silenciosa? Desde tiempos antiguos, estos elementos tóxicos han tenido impacto en las personas. Hoy en día, sabemos más sobre sus riesgos, pero un aspecto crucial aún está en estudio: su influencia sobre la microbiota intestinal. Este blog explora cómo la exposición a metales pesados afecta nuestra microbiota y por qué mantener un equilibrio en ella puede ser vital para nuestra salud.


Los metales pesados y su presencia en el organismo

Los metales pesados, como el Mercurio, el Plomo y el Arsénico, son conocidos por su toxicidad y su capacidad para acumularse en el cuerpo. Pueden ingresar al organismo a través de alimentos contaminados, agua e incluso el aire. Su acumulación excesiva está vinculada a graves problemas de salud, desde daños neurológicos hasta enfermedades cardiovasculares.


Interacción entre metales pesados y microbiota

La microbiota intestinal desempeña un papel esencial en la protección contra la toxicidad de los metales pesados. Investigaciones sugieren que la microbiota puede influir en la absorción y el metabolismo de estos metales, funcionando como una barrera protectora natural.


Esta relación entre los metales pesados y la microbiota es bidireccional. La exposición a metales pesados puede alterar la composición y función de la microbiota, mientras que una microbiota desequilibrada puede aumentar la susceptibilidad a la toxicidad de estos metales. Por ejemplo, el Mercurio puede inducir una disbiosis intestinal, un desequilibrio en la microbiota, que a su vez agrava problemas de salud como la lesión hepática.


Efectos específicos de metales pesados en la microbiota

Plomo (Pb): la exposición crónica al plomo reduce la diversidad de la microbiota y promueve el crecimiento de bacterias patógenas. Esta disbiosis está relacionada con trastornos metabólicos, inflamación y una mayor susceptibilidad a enfermedades gastrointestinales.


Mercurio (Hg): la exposición al mercurio reduce la abundancia de bacterias beneficiosas y promueve el crecimiento de especies resistentes a metales, lo que puede llevar a una mayor permeabilidad intestinal, inflamación crónica y alteraciones en la función inmune.


Arsénico (As): este metal presente en agua, alimentos y suelo, favorece el crecimiento de bacterias patógenas y compromete la barrera intestinal, afectando la capacidad del cuerpo para desintoxicar y excretar el arsénico, perpetuando su toxicidad.


Protegiendo la microbiota para reducir la toxicidad

Mantener una microbiota saludable puede ser clave para minimizar los efectos negativos de los metales pesados. Los probióticos y los kits naturales de detoxificación, ayudan a mantener el equilibrio de la microbiota, reduciendo la absorción de metales pesados, mejorando la función de barrera intestinal  y ayudando a tu organismo a purgarse de todos  los factores contaminantes del  medioambiente.

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