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Medicina

Entrevista con la Prof. Dra. Min-Tze Liong

Entrevista con la Prof. Dra. Min-Tze Liong

La ciencia detrás de Lactobacillus plantarum DR7, el probiótico presente en DailyLact MIND.

VER ENTREVISTA (INGLÉS)

Como una investigadora especializada en probióticos ¿Cómo piensa que los probióticos pueden contribuir al tratamiento de las condiciones relacionadas con la salud mental?

El campo de los probióticos está emergiendo y es muy interesante. 

No es exactamente nuevo, entonces hemos descubierto muchos beneficios en la salud durante las últimas tres décadas. Antes de eso los estudios estaban siempre enfocados en la salud intestinal, enfermedades y desórdenes relacionados con el intestino. Pero durante las últimas tres décadas hemos descubierto nuevos beneficios para la salud femenina, enfermedades metabólicas y, ahora, el cerebro. Entonces vemos este potencial ante todo porque no conocíamos la existencia de estos beneficios antes. Ahora, con nuevas tecnologías, nuevas plataformas surgiendo, podemos ver mucha más evidencia de esto. Esa es una forma. 

Segundo, nuestro intestino es una reserva de neuronas. Básicamente hay muchos procesos comunicativos sucediendo ahí y el eje intestino-cerebro es una autopista muy importante e interesante de la que finalmente hemos conseguido vislumbrar sus beneficios.

Sí, veo mucho potencial en este aspecto.

¿Cómo definiría un psicobiótico?

“Psicobiótico” es un término muy interesante, un aspecto nuevo muy interesante de la salud. He estado siguiendo a este investigador, el Profesor Ted Dinan, él fue el primero en codificar, o uno de los pioneros en codificar este término en particular en 2012. Él es de la Universidad Colegio Cork. 

Básicamente, “psicobiótico” une los términos “probióticos” y “psicología”. Entonces, sabemos que los probióticos son microorganismos beneficiosos que, si ingerimos en montos adecuados, le brindan beneficios a la salud del huésped, sea animal o humano. 

La salud psicológica, esa es una parte interesante, cubre un amplio rango de campos. La gente siempre piensa en estrés, ansiedad, depresión, pero lo que la gente no se da cuenta es que todo esto está asociado con memoria, cognición y, ahora, hay nueva evidencia que comprueba el efecto psicobiótico que puede tratar desórdenes neurodegenerativos como el Alzheimer, el Parkinson, incluso el autismo. Entonces, el término, que fue inicialmente acuñado en 2012, puede tener un significado más preciso. Ahora surgió un interés científico mayor, más data, más evidencia y es más amplio. Entonces sí, es un término muy interesante para los futuros beneficios de los probióticos.



¿Cómo pueden los psicobióticos ser beneficios para el cerebro si su acción se centra en el intestino?

Me lo preguntan siempre. Bueno, los probióticos están en el intestino, los comemos. No viajan al cerebro, no lo necesitan. Nuestro intestino es una reserva de neuronas, muchas cosas pueden suceder ahí: receptores… el intestino es, de hecho, una comunidad muy compleja en sí. Además de los probióticos que comemos, en el intestino se aloja también otra microbiota. Entonces, cuando comemos los probióticos producen muchos metabolitos, y algunos de estos metabolitos van a afectar directamente al huésped. Otros no, pero pueden afectar a la microbiota y esta microbiota se comunica entre sí y con el probiótico, y eso eventualmente afectará al huésped. 

Siempre pienso en una buena analogía con los humanos. Imaginen que tenemos una clase con niños y entra uno nuevo a la clase. Este niño nuevo puede afectar al maestro directamente. Pero, sin hacerlo, este chico nuevo puede afectar también a los otros chicos en la clase, y ellos pueden afectar al maestro.

Por eso, veo que los probióticos van a ser beneficiosos donde las neuronas y los receptores del intestino envían señales directamente al cerebro. Muchas cepas de probióticos han mostrado también la capacidad de producir ciertos metabolitos que afectan las neuronas en el intestino, enviando señales directamente al cerebro. Distintas cepas de probióticos han también mostrado ser capaces de producir ciertos metabolitos que afectan a las neuronas en el intestino, que envían señales de estrés al cerebro y reducen los efectos en el cerebro directamente. Por supuesto, están siendo patentadas, algunas las podemos encontrar, otras no.

Hasta donde sabemos, con la nueva tecnología metabolómica estamos explorando nuevos horizontes. Entonces sí, es posible. El eje intestino-cerebro es solo uno de ellos. Estamos descubriendo otros como el eje intestino-piel, intestino-riñón, intestino-hígado. Hay muchos otros.

¿Qué es la cepa L.Plantarum DR7?

Lactobacillus Plantarum DR7 es una cepa única, empezó con una colaboración con una empresa malaya. Estaban muy interesados en descubrir nuevas cepas de probióticos y se acercaron a mi universidad para tenerme como consultora. Juntos desarrollamos diversas cepas. Después empezamos a analizar los beneficios para la salud y demás.

Finalmente encontramos que L. Plantarum DR7, o DR7 para abreviar, podía tener cierto potencial para la salud cerebral. Ahí empezamos a evaluarlo con modelos pequeños, en moscas de la fruta, luego en ratas, hasta llegar a los humanos. Esta cepa era tan única que llamó la atención de toda la industria mundial. Hasta donde sé, hace uno o dos años fue licenciada exitosamente en algunas empresas en China, Corea y, también, este año creo, licenciada globalmente por sus beneficios para la salud mental. Al principio fue aislada de la leche de vaca en Penang, Malasia.

¿Cuál es el beneficio principal de L. Plantarum DR7 para las condiciones relacionadas con la salud mental?

Hay muchos estudios en el momento, siendo realizados en humanos, que usan probióticos para la salud mental y la salud mental en general suele enfatizar en estrés, ansiedad e incluso depresión. Para DR7, planeamos hacerlo un poco diferente, en lugar de solo estrés, ansiedad y depresión, también nos enfocaremos en memoria y cognición, porque creemos que cuando alguien está estresado, eventualmente afectará su memoria y habilidades cognitivas.

DR7 fue probado en un estudio en humanos, nuestro estudio, en la reducción de estrés, ansiedad. No tuvo efectos en depresión. De todos modos, cuando estas personas estresadas estaban pasando por estrés y ansiedad, DR7 también mejoró sus memoria y sus habilidades cognitivas. Además, también miramos otros posibles efectos. Algunos de estos  incluyen inflamación, y DR7 redujo las propiedades inflamatorias en la sangre. La inflamación es un parámetro importante en enfermedades y desórdenes neurodegenerativos, porque en muchas instancias de estos se ha encontrado inflamación en el cerebro.

El siguiente potencial de DR7 involucra el camino de los neurotransmisores al cerebro. Hay cuatro de ellos: serotonina, GABA, dopamina y norepinefrina. Para el camino de la serotonina, DR7 redujo la conversión de lo que llamamos triptófanos a un compuesto malo llamado quinurenina. En lugar de eso, dirigió la conversión del triptófano en el cerebro a serotonina, y la serotonina también es conocida como un neurotransmisor de la felicidad.

¿Puede explicar en mayor detalle el estudio clínico respecto de DR7 para tratar el estrés y la ansiedad?

El estudio en humanos realizado involucró sujetos estresados que no son pacientes. En verdad no están enfermos, no hospitalizamos a nadie por estrés y ellos tienen niveles suaves a moderados de estrés. Ese fue nuestro criterio de selección. Tenían que estar estresados antes de incluirlos en el estudio, teníamos 111 sujetos estresados. Fue controlado con placebo, doble ciego y aleatorizado. 

El estudio en humanos duró 12 semanas, lo que significa que los sujetos tenían que tomar DR7 o placebo por 12 semanas y evaluamos los efectos en ansiedad, estrés, depresión y algunos parámetros de memoria y cognitivos.


¿Por qué piensa que es importante tratar los síntomas de estrés?

Hay muchos factores estresantes en el ritmo de vida actual, y muchas personas no saben que el estrés no viene solo por trabajar de más o exigirse. Puede ser motivado por pequeños hechos como el tránsito, trabajo atrasado, o incluso responder tarde en redes sociales. Todos estos son factores estresantes, esa es una razón.

En segundo lugar, el estrés no es una enfermedad. No curamos el estrés, lo manejamos. A menos que el estrés se prolongue, no se maneje y se convierta en ansiedad y, consecuentemente, en depresión. Luego se usa medicación para tratarlos, pero no para tratar el estrés.

Una lección importante que hemos aprendido del estudio en humanos es que DR7 puede reducir los niveles de estrés. Se demostró que estas personas estresadas pueden ser tratadas y, encima, creo que es muy importante tomar el estrés con mayor seriedad. En los países desarrollados el estrés provoca gastos por más de mil millones de dólares estadounidenses por año. Gastos de hospitalización, medicamentos, seguro, disminución del rendimiento por estrés o incluso ausentismo, no solo en el trabajo, sino también en escuela y todo se traduce en pérdidas. Por eso el estrés es un factor importante, un factor que debe ser tomado en serio.


¿Cómo piensa que DR7 va a cambiar el panorama actual de los tratamientos de estrés?

El manejo del estrés en el pasado siempre se enfatizó en la salud mental. Este es un concepto muy amplio y no mucha gente es consciente de que el estrés no solo afecta a la salud mental. Se manifiesta en muchos síntomas de pies a cabeza, podemos enfocarnos en estrés gastrointestinal, musculoesquelético, oxidativo y ahora incluso hay una categoría llamada estrés hospitalario. 

Muchos de estos factores estresantes no son tenidos en cuenta en el estudio de la salud mental. Ahora, con el uso de DR7 que va más allá de la salud mental y cubre incluso cognición y memoria; inflamación, que también afecta a la inmunidad y estas condiciones pueden jugar un rol más importante, pueden no solo afectar a la salud mental, sino también a la salud del resto de nuestro cuerpo. Creo fuertemente que con todos estos ejes descubiertos (intestino-cerebro, intestino-hígado, intestino-inmunitario) hay gran potencial en como DR7 u otros probióticos para la salud mental en específico pueden beneficiar la salud mental o cerebral en el futuro.


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